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La villa de Tellaro, cerca de Noto, es una rica residencia suburbana de la �poca imperial romana tard�a
Historia y descripcion
Los restos, encontrados desde 1971, se encuentran en un �rea agr�cola f�rtil, en una elevaci�n baja cerca del r�o Tellaro, bajo una masseria del siglo XIX. El cuerpo central de la villa, m�s peque�o que el de Patti, est� construido alrededor de un vasto peristilo. La parte del p�rtico en el lado norte ten�a un piso de mosaico con festones de laurel que formaban c�rculos y oct�gonos con los lados doblados, incluyendo motivos geom�tricos y florales, y en �l hay otras dos habitaciones que conservan los mosaicos tallados.
En el primero de estos ambientes, el mosaico, muy da�ado, retiene un panel con la escena de la redenci�n del cuerpo de H�ctor: Ulises, Aquiles y Di�medes, identificados por inscripciones en griego, se dedican a pesar el cad�ver del h�roe. La figura de Priam se ha perdido; El cuerpo de H�ctor, fragmentario, estaba en una escala; El oro del rescate estaba en la otra placa. Este episodio, no mencionado en la Il�ada de Homero, probablemente se deriva de una tragedia de Esquilo.
El piso de mosaico de la segunda sala presenta una escena de caza, con un banquete al aire libre entre los �rboles y una figura femenina interpretada como la personificaci�n de �frica.
Las escenas del segundo entorno recuerdan los mosaicos de caza de la Villa del Casale en Piazza Armerina, pero con figuras m�s estilizadas y bidimensionales, con proporciones inciertas, que hacen que el efecto sea muy diferente.
Probablemente los mosaicos son obra de artesanos africanos. Basado en evidencia numism�tica, los mosaicos se hicieron despu�s de la mitad del siglo IV dC.
La villa de Tellaro ha sido hoy objeto de un renovado inter�s en los �ltimos a�os, gracias sobre todo a una serie de proyectos de renovaci�n y reurbanizaci�n en el �rea en cuesti�n.
El 15 de marzo de 2008, m�s de treinta a�os despu�s de las excavaciones, la villa de Tellaro finalmente se inaugur� y se hizo accesible al p�blico.
Detr�s de la Villa comienzan los espl�ndidos y, a veces, vi�edos antiguos, donde a�n hoy se cultivan las uvas locales tradicionales: nero d'Avola, moscato y albanella (o albanello) cada vez m�s dif�ciles de encontrar.